Historia del aluminio

Obtención del aluminio

En comparación con otros metales, el aluminio es un material de aplicación industrial muy reciente. En la antigüedad su uso se llevaba a cabo en forma de sal doble. Su fin se destinaba al ámbito de la tintorería y la medicina (en la cual se sigue utilizando en la actualidad). No obstante, no fue hasta principios del siglo XIX, en 1825 concretamente, cuando el químico danés Hans Cristina Oersted aisló el metal por primera vez. Lo hizo mediante un proceso químico en el que utilizaba amalgama de potasio y cloruro de aluminio.

En 1827, el químico alemán Friedrich Wöhler, obtuvo el aluminio en forma de polvo gracias a la reacción del potasio con el cloruro de aluminio. Posteriormente, en 1845 este mismo averiguó las propiedades del metal por primera vez en la historia, como su densidad o su ligereza. Sin embargo, el aluminio no es un mineral que se encuentre puro en el medio de forma natural, sino que se extrae de otros minerales o rocas compuestas, siendo la bauxita la principal fuente de aluminio. En España encontramos bauxita, pero en menores cantidades que en otras zonas del globo terráqueo, especialmente la encontramos en Tarragona, Lleida, Teruel y Barcelona.

Ya en 1854, el químico alemán Robert Bunsen preparó electrolíticamente el aluminio y Henri Sainte-Claire Deville perfeccionó este procedimiento fabricando aluminio, por primera vez, sustituyendo el potasio por sodio. Por ello, Deville se considera como el iniciador de la producción industrial del aluminio. Es más, su procedimiento se utilizó hasta 1888 que es cuando fue sustituido por el método electrolítico.

El aluminio en la industria

En el ámbito industrial, los pioneros de la industria del aluminio fueron el francés Hëroult, el alemán Kiliani y el norteamericano Hall. El primero fundó en el año 1888 la sociedad Aluminium Industri Aktien Gesellschaft. Sin embargo, no fue hasta pasados 40 años cuando llega la industria del aluminio a España en 1929 con la primera planta de producción de aluminio en Huesca. Actualmente, la producción de aluminio en España se da en Lugo, A Coruña y Avilés.

Usos del aluminio en la actualidad

En el presente, el aluminio es el metal más utilizado a nivel industrial, y su ámbito de aplicación es muy amplio, debido a su versatilidad. Este material no se utiliza únicamente en la fabricación de pequeños productos, sino que se usa también en las herramientas utilizadas en fábricas.

Algunos de sus principales usos a nivel industrial son:

  1. Industria automotriz: el aluminio es muy utilizado en la fabricación de vehículos, especialmente una de sus aleaciones, el duraluminio. Este es posible encontrarlo en autobuses, coches pequeños, trenes o, incluso, aviones.
  2. Construcción: debido a la necesidad de este sector de crear estructuras más sólidas y ligeras, el aluminio se ha convertido en uno de los principales materiales utilizados en la construcción. Además, es posible encontrarlo en numerosos objetos como ventanas, techos o puertas.
  3. Compañías petroleras: dentro de esta industria, el aluminio es utilizado en la extracción del crudo. Esto se debe a que al tener más resistencia y ser más ligero que el hierro, el aluminio se utiliza en los tubos de perforación en los pozos.
  4. Fábricas de envasado: posiblemente este es el uso del aluminio más conocido, ya que todo aquello relacionado con las latas y demás envases está fabricado de este material. Pero esto no se da únicamente con el envasado de productos alimenticios, sino que otras industrias también necesitan del aluminio para envasar ciertas sustancias, como pegamentos o productos de tipo inflamable.

Características del aluminio

Su amplio ámbito de aplicación se debe a las características que presenta. Entre estas características encontramos:

  1. Peso: como se ha mencionado, el aluminio es un metal muy ligero (2,7 g/cm 3 ), lo que supone un tercio del peso específico del acero. Por ello ha sustituido a numerosos materiales para no excederse en el peso.
  2. Resistencia a la corrosión: el aluminio genera una capa protectora de óxido. Al ser altamente resistente a la corrosión es utilizado en la industria alimenticia para la conservación y la protección.
  3. Reflectividad: es un material idóneo para reflejar la luz y el calor, por lo que es utilizado, sobre todo, para fabricar accesorios de iluminación o mantas de rescate.
  4. Ductilidad: el aluminio es dúctil y tiene un punto bajo de fusión. Es tan reformable que se utiliza en un sinfín de formas y aplicaciones.

Asimismo, el aluminio puede ser reciclado al 100%. Esta es una de sus características más destacables, ya que se puede reciclar indefinidas veces, lo cual supone que su vida útil puede parecer prácticamente ilimitada porque no pierde calidad con este procedimiento. Además, en este proceso de reciclaje se necesita, aproximadamente, el 5% del total de energía utilizado para su obtención, por lo que no supone un gasto adicional de energía. Por todas estas cualidades, el aluminio se ha constituido como el mejor aliado en la industria. Un material que permite ser utilizado en un sinfín de aplicaciones con sus respectivos beneficios y que, además, es respetuoso con el medioambiente gracias a su ilimitada vida útil.